sábado, 21 de noviembre de 2009

Capítulo uno




Y

a son las 12 y media, y no llega aún. Media hora ya es una espera suficiente como para que estuviera aquí. No entiendo exactamente por qué no llega. Si sabe lo que me molesta la impuntualidad, la impuntualidad es sinónimo de inestabilidad.

-Ya debe estar por llegar.

Ella es bella, es podridamente bella, mi problema es no poder definirla, no sé si decir que es bella y puta; bella pero puta; bella y además puta… en fin. El hecho es que es peligrosa, ya varias veces me ha amenazado con decirle lo nuestro a mi mujer, sin embargo, eso no reviste mayores peligros; el problema mayor es que es tan bella que no me controlo si estoy a su lado, pierdo toda templanza.

Ella ha sido alguien muy importante para mí, realmente le tengo estima, es que me da lo que ninguna logró antes: el placer sin preocupaciones… usarla como quiera y cuanto quiera, es lo mejor, aunque no soy iluso al decir que ella es perfecta, su cuerpo me vuelve loco, la manera de moverse en la cama es impresionante, es irresistible, no puedo evitar caer en esos brazos, una y otra vez, como un idiota, como un alcohólico, un adicto, o cualquier otra lacra de esta sociedad que no pueden ir contra lo que los hace alejarse de la moral y las buenas costumbres.

Ella es bellísima, por eso debe morir, por ser bella, por sacarme de mis cabales, por despertar en mí los pensamientos más sórdidos e inmorales, y no sólo porque me hace olvidar a quienes odio: la gente promiscua, sino que además me lleva al mismo nivel que ellos, haciéndome pecar e ir en contra de los designios de Dios.

Es todo lo que yo quiero de una mujer, no es tonta ni histérica, sabe perfectamente hacerte feliz con el sexo y no te pide nada a cambio… un poco de dinero tal vez, cuando lo necesita, pero es la más hermosa de todas, es de esas mujeres que marcan un antes y un después en ti, es por eso que debe morir, de forma rápida, silenciosa y perfecta. Las balas en este caso son grotescas, prefiero el silencio del filo de una buena daga, pero de una daga toledana, como se hacía antaño.

Amaba el color de su piel, blanca como el mármol, pulcra, como la gracia eterna; el olor de su cuerpo, tan frutal, delicado me enloquecía cada vez que la olía tras su cuello. Me encantaba besarla entera, como a nadie, su sabor era tan intenso pero también tan equilibrado. Ella y su ser entero era una invitación al amor, a lo corpóreo, a tocar el cielo.

Pero debe morir, eso es seguro y ya no hay nada más que pensar.

-¿Quién es?

-Soy yo, Mariana.

-Espera, abro en un momento.


_____________________________________por Manuel Soto

“Jaded” Aerosmith http://www.musica.com/letras.asp?letra=814362

9 comentarios:

Unknown dijo...

notable!

Y. dijo...

joder, me encanta

Cordelia dijo...

Total y completamente orgullosa.

Creo que demás está decir que el primer capítulo es notable y que este es uno de los géneros que me encanta.

Espero con ansias leer los otros capítulos pronto...

a. dijo...

Genial!

espero los demás capítulos...

porfa avísame cuando salgan del horno.

te kiero!

Fede Carré dijo...

wow!...me encanta!

quiero seguir leyendo...

Ghio dijo...

mierda , me recuerda a un proyecto parecido que tenia en mente, no te hable de "mereces ser castigada"?, bueno te felicito por abrir tu novela virtual, espero que su desarrollo se filete, así q vamos haber que pasa...

Anónimo dijo...

Con todo respeto, se parece al segundo y tercer capítulo de Detectives Salvajes o al segundo o tercer capítulo de Ygdrasil, cuando Ramírez desea matar, coincidentemente, también a una mujer, que es coincidentemente también la protagonista, llamada, coincidentemente, Mariana.

Anónimo dijo...

Uy que coincidencia más linda!
Imagínate que el autor recién hoy va a empezar a leer detectives salvajes, y sobre Ygdrasil...mmmm no creo que la haya leído. Sobre el nombre Mariana...fetiche del autor xD

Manuel dijo...

Para, para, para!!!!

Agradezco de corazón la acusación de Intertextualidad con Bolaño, pues como arriba se dice, llevo recién la página 26 de "Detectives Salvajes" y me encantaría aspirar ser un visceral-realista pero creo que no me da. De todos modos es una hermosa coincidencia. Respecto a "Ygdrasil", reconozco que no lo he leído aún (en este momento voy por Piglia, Díaz Eterovic y Bukowsky, por "pulp"), así que no puedo opinar mucho, pero el nombre lo escojí por el arquetipo de la mujer mariana: pura, casta, blanca e inmaculada... un arquetipo más que un nombre. Pues en el futuro de la novela tiene una razón de ser (nop te adelantes a los hechos, goloso).

Por último, gracias por la preocupación pero pongo desde este momento a disposición mis testículos si es que caigo en plagio (es que el plagio es una de las cosas que más me carga en la vida).

Gracias por la crítica y prometo en el futuro ser un poco más cuidadoso con las similitudes.

Aprovecho de agradecer los comentarios.

De eso se trata ¡Adelante, que se viene el próximo capítulo!

Saludos y abrazos.